Galería Zen

Arte y bienestar 

Cada escultura se elabora pacientemente a mano y no se parece a ninguna otra. Están hechas de terracota porque el contacto con la tierra nos hace bien. Su diseño minimalista, sencillo y apacible, inspirado en la naturaleza, nos devuelve a lo esencial.


Tierra, agua, aire y fuego 

Crear una escultura con los elementos lleva su tiempo. Varias semanas separan la purificación de la arcilla de su cocción.


Utilizo terra sigillata. Tierra que a veces recojo en las montañas y luego purifico con agua para conservar sólo sus partes nobles. Los griegos utilizaban esta técnica de "terra sigillata" hace 2.000 años.


Cuando la pieza está lista (modelada, vaciada, pulida, secada), se pone a prueba el fuego. Se precalienta a unos 900 grados antes de entregarla a las llamas. Los gestos a temperaturas tan altas tienen que ser precisos.Tras varias semanas de trabajo, el choque térmico corre el riesgo de romper la pieza.


La cocción sin esmalte la transforma. La cocción Raku es una técnica japonesa del siglo XVI que utiliza fuego y humo para cocer las piezas. La gestión del aire permite que el humo penetre más o menos en la arcilla, dándole una gama de colores que va del negro al blanco.

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